Profesionales del Control de Plagas en Mallorca

DESRATIZACIÓN MALLORCA

Profesionales en Desratización en Mallorca

Los procesos de Desratización comprenden un número de técnicas de saneamiento que tienen como objeto el control y prevención de cualquier especie de roedor (ratas o ratones) capaz de alterar las condiciones básicas de higiene, salubridad y habitabilidad de los núcleos urbanos.

Antes de cada tratamiento se realiza una inspección personalizada de las instalaciones. Gracias a ella se determina el grado de infestación y se identifican las especies a combatir. Tras ello se establecen los métodos de aplicación más adecuados, la periodicidad necesaria y los productos y técnicas a utilizar: medidas físicas (activas y pasivas) o medidas químicas.

Los trabajos de Desratización se prolongan en el tiempo dando lugar a un mantenimiento preventivo. Cada año se vuelve a entregar un Diagnóstico de Situación y la programación de los servicios para el siguiente ciclo.



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Cientos de clientes confían en nuestros servicios de desratización. Tenemos una amplia modalidad de tipos de contratación en función de las necesidades del cliente, desde servicios de mantenimiento anuales con garantía del número de servicios a realizar hasta trabajos puntuales para acabar con problemas esporádicos.


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Métodos para un correcto control de roedores

Desratización pasiva

La desratización pasiva es una estrategia que se basa en la expulsión de los roedores sin aplicar un ataque directo. Para ello es importante conocer cuáles son los comportamientos de estos animales y de qué forma se les puede forzar a abandonar un espacio.

Algunas de las medidas más eficaces dentro de los procesos de desratización pasiva son:

- Eliminar o bloquear los accesos a los alimentos y a los residuos orgánicos: Los roedores pueden soportar un máximo de 48 horas sin ingerir alimentos. Si se logra evitar por completo su acceso a cualquier fuente de alimentación será muy probable que acaben por abandonar el espacio en busca de otras zonas donde su subsistencia sea posible.

- Restringir puntos de entrada: Para ello se debe hacer un análisis profundo de todos los puntos que componen la estancia del hogar o el local a tratar. Se podrá lograr un control total sobre los invasores sellando los accesos. Es importante tener en cuenta las características de la especie. Por ejemplo, en el caso de las ratas, los orificios que cuenten con al menos 6 mm de anchura facilitarán su acceso. Se deberá entonces prestar atención a todos los puntos del hogar que cumplan dicha premisa. Dentro de esta rutina deberán incluirse los marcos de las puertas y ventanas. Se pueden utilizar mallas metálicas o sustancias especialmente diseñadas para cerrar grietas.

- Accesos al agua y filtraciones: La accesibilidad al agua constituirá otro factor determinante. Si los roedores no pueden tener acceso al agua tenderán a alejarse en busca de una fuente propicia. Para hacer un análisis preciso será necesario inspeccionar los sistemas de tuberías y grifos tanto en cocinas como baños.

- Proporcionar una protección extra a los alimentos que se encuentren en la vivienda: Garantizar el aislamiento de los alimentos y los residuos de estos será de gran utilidad. No sólo deberán a una distancia mínima del suelo (por lo menos medio metro), sino que además será recomendable introducirlos en compartimentos herméticos que impidan su emisión de olores. Estos son un elemento fundamental para atraer ratones y ratas.


Desratización activa

Por otro lado, existe una modalidad mucho más directa. Esta requiere de una estrategia activa que está orientada a la eliminación de estos intrusos. Las estrategias de desratización activas pueden tomar forma en diversas formas sirviéndose de componentes químicos, herramientas mecánicas o soluciones de tipo biológico. Esta opción suele ser más habitual cuando el problema de la intrusión se ha tornado más grave y ha dado paso a una plaga literalmente hablando. En estos casos la desratización pasiva puede ser menos eficaz y se debe pasar a la acción porque de otro modo resultará muy dificil lograr un control total sobre la plaga.

Algunos de los ejemplos más comunes de desratización activa son:

- Productos de esterilización específicamente diseñados para roedores. A partir de ellos se diezman considerablemente sus capacidades para procrear, minimizando los efectos de la plaga.

- Aplicación de venenos para ratas u otro tipo de repelentes que las obligan a abandonar los espacios habitados. A veces se hace uso de soluciones fumigantes.

- Colocación de métodos mecánicos o manuales que se basan en un sistema de cebo.

- Activación de aparatos eléctricos capaces de emanar señales mediante la frecuencia de los ultrasonidos.


Para poder determinar la mejor estrategia a seguir será fundamental contar con la supervisión de un equipo especializado. Sólo haciendo un diagnóstico e identificando el tipo de animal que se ha adentrado en el espacio será posible poner fin a la plaga.
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